Se acerca ya, 72 días para que empiece lo Bueno, para que Dios pasee por Córdoba mostrando todo su esplendor y encanto.
Ya se preparan los que serán los pies del Señor, los costaleros; comienzan las igualás, ensayos, el aroma a incienso impregna las calles, las iglesias preparan sus muros para acoger a los fieles que acuden a los cultos de sus Titulares. Por cierto, a los cultos...¿Quiénes acuden..?
Según la RAE, en la definición de "Cultos", en su cuarto término, se define como: "Homenaje externo de respeto y amor que el cristiano tributa a Dios, a la Virgen, a los ángeles, a los santos y a los beatos." Igual que la pasión y el entusiasmo por ver una parihuela en la calle, deberíamos preocuparnos también por ofrecer -para algunos un sacrificio- un ejercicio de Triduo, Quinario o en algunos casos Novena en honor a nuestros Titulares, que ni mas ni menos es asistir al verdadero Misterio de la Fe, la Eucaristía. Pero muchas veces somos como los caballos con las anteojeras, somos cerrados de mente a más no poder. En varias ocasiones he podido oír:
- A mí es que la Misa no me aporta, de hecho no veo el Misterio de la Consagración.
Pues bien, esos mismos son los "enteraos" que después se ponen en primera fila para ver el Misterio de la Sagrada Cena andando con Compás abierto por la victoria a los sones de Coronación, y ni más ni menos que con la marcha Eucaristía... Señores, volvamos a lo mismo, esto no es jugar a "los pasitos", hay un trasfondo detrás de la imaginería, de la talla, de los Misterios... Y es acercarnos a la Iglesia, y poder entender así todo lo que en la Biblia se esconde, porque en ocasiones ni sabemos lo que representa cada uno de los Misterios que hay en Córdoba, pero eso sí, el cartelito de "Cofrade", a mí que no me lo quiten.
En los cultos que tienen lugar en las Cofradías, lo que se realiza es una Eucaristía, donde la homilía, va dirigida cada día a un tema sobre el que se nos plantean una serie de cuestiones que nos hacen reflexionar, y que sirve de preparación ante el día grande del Titular, la Función Principal. En estas celebraciones se pide la intercesión de Jesucristo o María, porque sin ellos -insisto- sin Ellos, nuestra vida no tiene sentido. Por ello, acerquémonos a la Iglesia en estos días de Cultos, que verdaderamente sirven de preparación ante lo que poco a poco se va aproximando. Y que nuestro Titular, al que le estamos rindiendo culto, verdaderamente sienta nuestra presencia, no solo el día en que realizamos estación de Penitencia, sino en todas las celebraciones que se realicen en su Nombre. Aquí nos incluimos todos, Costaleros, Capataces, Hermanos de luz, Acólitos, Priostes, Hermano Mayor, Junta de Gobierno, a ojos de Dios y de Su Madre, todos somos iguales, y poco a poco debemos ganarlos la Salvación. Ofrezcamos un pequeño Sacrificio por Ellos.
Gracias por su atención,
José Mª Benavides
Gracias por su atención,
José Mª Benavides
No hay comentarios:
Publicar un comentario